Este año, los festejos por los 140 años de Ushuaia estuvieron marcados por una notable baja en la concurrencia, en contraste con ediciones anteriores que solían convocar a multitudes. La información fue confirmada por diversos mensajes de seguidores que señalaron el escaso interés por la celebración.
Entre las principales razones que explican esta baja participación, se destacan el creciente descontento hacia la gestión del ejecutivo local y el rechazo a la figura del intendente. Este malestar social parece haber impactado negativamente en eventos tradicionales como el almuerzo, el desfile y otras actividades protocolares, que históricamente han sido símbolo de identidad y unión comunitaria.
La falta de asistencia refleja una desconexión entre las autoridades y la ciudadanía, afectando lo que solía ser un evento emblemático para la comunidad. Además, el palco oficial estuvo cercado y fuertemente custodiado por personal policial, tanto uniformado como de civil, para prevenir posibles agravios hacia el jefe del ejecutivo, lo que contribuyó a acentuar la tensión en el ambiente.